TOP5 de los Bestsellers 2016
Rachel es una mujer que viaja todos los días en el tren de las 8:04. El aburrimiento y, por qué no reconocerlo, el morbo, hace que invente historias para los habitantes de las casas que vislumbra desde su asiento en el vagón. Sus favoritos son Jess y Jason, una pareja joven y guapa, y la vida que imagina para ellos es casi perfecta. Sin embargo, un día Rachel ve algo extraño y desde entonces su vida no vuelve a ser la misma.
Se mezcla aquí una desaparición y los distintos puntos de vista de los implicados. Rachel, alcohólica y tratando de superar la ruptura de su matrimonio, se ve arrastrada por las circunstancias, intentado desesperadamente recordar lo que ocurrió la noche clave, mientras encadena una mentira con otra y los hechos se van revelando muy distintos a lo que parecían a simple vista.
Raquel, una joven profesora de literatura en horas bajas que acepta una suplencia en un instituto de Novariz, el pueblo de donde, casualmente, procede su marido.
En su primer día de trabajo, la joven se entera de que Elvira, su predecesora, se ha suicidado y al finalizar las clases encuentra en su bolso una nota que dice: «¿Y tú cuánto vas a tardar en matarte?».
Decidida, Raquel intentará averiguar quién está detrás de esa amenaza, e inevitablemente se
empezará a obsesionar con la antigua profesora.
¿Qué le ocurrió? ¿Qué la llevó a la depresión si los alumnos la adoraban? ¿Realmente se suicidó o alguien acabó con su vida? ¿Se está repitiendo el mismo patrón con ella? Y sobre todo, ¿por qué de repente algunos indicios apuntan al marido de Raquel?
Tras sufrir un terrible accidente de coche, en la difusa línea que separa la vida de la muerte, a Malena se le aparecen todas las palabras que se quedaron sin decir: palabras de amor, de perdón, de amistad, de reconocimiento…
Por su mente desfilaron todos sus amores, los felices y los fallidos: aquel que la hizo sufrir, aquellos otros que le sirvieron para olvidar y su amor actual, a quien tanto debe y de lo cual hasta ahora no se había dado cuenta; su mejor amiga, a la que olvidó decir «te quiero» antes de que se fuera; su familia y, sobrevolándolo todo, el personaje de su perrita Mia, una figura entrañable, divertida y sorprendente que conseguirá encauzar el destino de Malena para que nunca más olvide decir «Te quiero».
Por su mente desfilaron todos sus amores, los felices y los fallidos: aquel que la hizo sufrir, aquellos otros que le sirvieron para olvidar y su amor actual, a quien tanto debe y de lo cual hasta ahora no se había dado cuenta; su mejor amiga, a la que olvidó decir «te quiero» antes de que se fuera; su familia y, sobrevolándolo todo, el personaje de su perrita Mia, una figura entrañable, divertida y sorprendente que conseguirá encauzar el destino de Malena para que nunca más olvide decir «Te quiero».
Un sabio dijo una vez: «Pocas cosas hipnotizan tanto en este mundo como una llama y como la luna, será porque no podemos cogerlas o porque nos iluminan en la penumbra». Realmente no sé si alguien dijo esta cita o me la acabo de inventar pero deberían de haberla escrito porque el poder hipnótico que ejercen esa mujer de rojo y esa dama blanca sobre el ser humano es digna de estudio. Todo final implica un principio y viceversa, como el ciclo de la noche y el día, como las fases de la luna desde la nueva hasta la llena pasando por su sequía. Nosotros sólo somos bolsas de agua con corazones, cerebros, piernas y entelequias por lo que es normal que la luna nos afecte como afecta a las mareas. Las relaciones tienen complejo de luna; salen, se ponen, se vacían y se ocultan pero no por ello dejan de intentarlo. Hay libros que cambian la vida, otros que ayudan a entenderla?Espero que este sea de los segundos.
Para el que ha pasado buena parte de su vida encerrado en un manicomio, aunque sea injustamente, como es mi caso, una reacción absurda no tiene nada de particular, aunque eso suponga meterse en líos. La cuestión es que un incidente trivial me trajo recuerdos y viajé al pasado (con la memoria, ya he dicho que no estoy loco). Años atrás me vi envuelto en un asunto feo.
Habían asesinado a una modelo y me culpaban a mí. Por supuesto, sin razón: una modelo no haría caso a un tipo como yo ni asesinándola. Simplemente, había un oscuro enredo, estaba metida gente importante y pensaron que yo podía servir de cabeza de turco o de conejillo de indias, o como sea que se llame el desgraciado que paga los platos rotos.
Habían asesinado a una modelo y me culpaban a mí. Por supuesto, sin razón: una modelo no haría caso a un tipo como yo ni asesinándola. Simplemente, había un oscuro enredo, estaba metida gente importante y pensaron que yo podía servir de cabeza de turco o de conejillo de indias, o como sea que se llame el desgraciado que paga los platos rotos.
Para salvar el pellejo tuve que recurrir a mi ingenio y a métodos poco convencionales y pedir ayuda a personas de mi círculo, no siempre recomendables. No sé si salí bien parado del intento, pero salí. Ahora todo aquello ya es agua pasada. Sin embargo, un impulso me ha hecho volver sobre mis pasos, recorrer los antiguos escenarios, buscar a las personas que fueron protagonistas de aquel oscuro caso, y resolverlo por fin.
Pero las cosas han cambiado. No sólo las personas y la forma de vivir, sino sobre todo la ciudad. En aquella época, Barcelona era una cochambre. Hoy es la ciudad más visitada y admirada. ¡Quién nos lo iba a decir! La Barcelona del presente no tiene nada que ver con la Barcelona del pasado. ¿O sí?».
Pero las cosas han cambiado. No sólo las personas y la forma de vivir, sino sobre todo la ciudad. En aquella época, Barcelona era una cochambre. Hoy es la ciudad más visitada y admirada. ¡Quién nos lo iba a decir! La Barcelona del presente no tiene nada que ver con la Barcelona del pasado. ¿O sí?».
largo y con información, bien hecho
ResponderEliminar